Pese al espesor de la nieve, el día se presentó despejado y con un sol radiante al pie de Sierra Nevada. La estación se sitúa en la localidad de Monachil, a una media hora aproximadamente de Granada. Lugar al que cada año al comienzo de estas fechas, acuden cientos y cientos de personas aficionadas a esquiar, no únicamente por las maravillosas condiciones , sino porque se pueden visitar muchos lugares con ese característico y entrañable encanto andaluz que tanto adoro. Los que van dispuestos a recorrer las pistas encima de los esquís, allí pueden también alquilar cualquier material dedicado a todo este tipo de actividades. Los que no tienen ni idea y son principiantes, pueden ponerse en manos de los numerosos monitores que se encargan de impartir las clases necesarias tanto para niños como para adultos. Además de todo ello, para comodidad de muchos padres, disponen de un jardín para niños muy pequeños.
Para los que no se atreven o simplemente no les gusta esquiar, pueden recurrir, como es el caso, a dar paseos y tirarse con trineo o tobogán y a patinar sobre hielo, todo ello lógicamente acompañado por las bolas de nieve estampadas en la cara, el pelo… etc., y sus consecuentes bromas.
Si además de todo esto, estás alojado en el centro de Granada (lugar de mis raíces) y sales cada día a rondar por los diferentes y muy diversos bares de tapas, verdaderamente económicos, tendrás una estancia de diversión total y muchas anécdotas que contar y recordar.
